Leer los programas de los partidos políticos es tedioso, pero muy ilustrador. Veamos algunos puntos del de Sumar.

Tal vez hay que empezar por lo que no está en el programa… porque lo retiraron a las 12 horas de publicarlo: la expulsión de los periodistas que divulguen mentiras.

En materia económica las propuestas se basan en plantear a Europa “el abandono de la austeridad”, porque “el mantenimiento del 3 % de límite del déficit público y del 60 % para la deuda pública, sobre el PIB, no tiene fundamento económico”. Según este principio, pueden ustedes imaginar que viviremos en Jauja, gobernada por Alicia en el País de las Maravillas.

La llamada renta universal, entrega de 20.000 euros a los jóvenes en el momento de cumplir los 23 años, “para emprender”, supondrá aumentar el gasto público anual entre 8 mil y 10 mil millones de euros. No se incluyen matices, condiciones, control o sectores de gasto.

Construcción de 2 millones de viviendas en diez años, dedicando anualmente el 1% del PIB. No se dice si serán construidas por el Estado o empresas privadas, si serán para venta o alquiler, etc.

Las familias hipotecadas en apuros recibirán un Bono de emergencia de 1.000 euros. Aquí sí se indica el importe máximo de la hipoteca, pero no otras condiciones.

Los jóvenes entre 18 y 23 años, y los migrantes -se supone que serán los inmigrantes- en situación irregular, serán beneficiarios del ingreso mínimo vital.

Jornada laboral de 37,5 horas semanales, hasta alcanzar las 32 horas a lo largo de la legislatura; naturalmente sin reducción de salario. Esta medida se complementa con la subida del salario mínimo por encima del IPC.

Mantenimiento del impuesto a las grandes fortunas, sin concretar a partir de qué cantidad se empieza a ser rico, y subida del IRPF a partir de los 120.000 euros de ingresos, con un tipo marginal máximo del 52 % para los superiores a 300.000 euros.

El asunto de la territorialidad tiene su enjundia. Lo encabeza la declaración de que España es una realidad plurinacional, un país de países. Insiste en que “la situación en Cataluña ha mejorado por la desjudicialización del problema.” Naturalmente, no se dice qué contrapartidas ha pagado el Estado, ni se menciona que los independentistas mantienen íntegramente sus reivindicaciones.

Los acuerdos de la negociación entre la Generalitat y el Gobierno del Estado, tienen que ser votados por la ciudadanía de Cataluña. El razonamiento utilizado para justificar la propuesta, podría ser calificado como ¿ignorancia, hipocresía, mentira, olvido o insulto?: “Cataluña es la única comunidad que se rige por un estatuto que no ha sido votado por la ciudadanía y no es fruto de un pacto entre gobiernos”. Reparen que se eluden palabras como consulta, referéndum, derecho a decidir, autodeterminación, independencia o secesión.

El referéndum sobre el Estatuto de Cataluña se celebró el día 18 de junio del año 2006.

Sumar apoya el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui. ¿Dónde estaban ustedes cuando el señor Sánchez decidió por su cuenta? Díaz y todos sus correligionarios, en el Gobierno y en el Congreso, callados y sometidos al patrón.

Termino con una reciente sentencia de la señora Díaz, en la que pretendía enseñarnos a ser humildes: “Cuando uno se equivoca, se rectifica y no pasa nada”. Sí pasa, como en la ley del “sólo sí es sí”, porque usted y Podemos votaron en contra de su modificación.
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Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.
Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.