Colaboré en Xornal de Galicia, con su director, José Luis Gómez, y otros profesionales cercanos a él, que hoy le acompañan en MUNDIARIO, desde su fundación hasta el cierre en el año 2011. En el año 2013, en un encuentro casual en la calle con José Luis, sabedor de mi jubilación, me animó a colaborar en el proyecto de MUNDIARIO, que acababa de arrancar.

Durante algunos meses mis colaboraciones fueron esporádicas, exactamente hasta que me familiaricé con el sistema informático para subir los artículos; a partir de ese momento tienen frecuencia semanal, generalmente aparecen en la madrugada de jueves a viernes, hasta alcanzar hoy la cifra de 409.

En consecuencia, cumplo durante este año mi X aniversario con MUNDIARIO y me felicito por ello. Pero quienes se merecen mi reconocimiento y felicitación son su editor y director, José Luis Gómez, sus colaboradores más cercanos desde el primer día, entre otros Judith Muñoz y Antonio Sangiao.

No puedo olvidar a nuestras eficaces y siempre disponibles coordinadoras, entre las que recuerdo a Ibed Méndez, Judith Muñoz y Valeria M. Rivera. Naturalmente, los compañeros de opinión de MUNDIARIO, también merecen mi recuerdo y felicitación.

El fruto de estos años de trabajo se refleja en sus más de 500 colaboradores que han firmado 110.000 artículos y en los tres millones de visualizaciones durante el año 2022.

Siempre he expresado mi opinión de forma libre, independiente, sin injerencias ni sugerencias, con más o menos acierto –según el criterio de cada lector–, sobre temas muy diversos: actualidad general, política, cultura, sociología, economía, lenguaje, …

Mis reflexiones están presididas siempre por el respeto a los demás –personas e instituciones– no reñido, desde luego, con la contundencia que, en determinados momentos, me exigía el tema tratado.

Si en algún momento –los ha habido– no he sido más agresivo o directo, la causa se ha encontrado en el afán de no colaborar, desde mi modestia, a enturbiar o endurecer las opiniones, tensiones y palabras gruesas vertidas en los medios de comunicación ante determinados hechos.

Soy consciente, no es preciso que me lo recuerden, que MUNDIARIO es un medio de comunicación en el que quienes escribimos gozamos de libertad para hablar. Como consecuencia, entre los creamos su contenido, hay personas de diferentes sensibilidades, que, en mi opinión, es uno de los valores del periódico.

También estoy persuadido del privilegio que supone dirigirse a lectores heterogéneos y, por ello, intento ser correcto en el lenguaje y mesurado en el fondo y en la forma. Otro principio que sigo desde el primer día es no abusar de la libertad de espacio, para no cansar al lector –tal vez, aún así, le produzco fatiga–; por ello sigo el consejo que en su día me dio un profesional de la comunicación: procura no llegar a 500 palabras.

Diez años que llenan mi jubilación y me han permitido mantener abierta la ventana de la curiosidad por el mundo que me rodea, para evitar sentirme marginado y, sobre todo, para tratar de comprender a los jóvenes que me rodean, hijos, nietos, familia y amigos.

¡Gracias, MUNDIARIO!, y, ¡cómo no!, a sus lectores, y, más concretamente, a los que me seguís a través del periódico, de las redes sociales, desde Ascega y desde www.museofinanciero.com. @mundiario

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Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.
Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.