El amanecer en Barizo ha sido tormentoso, nubes preñadas de lluvia –que afortunadamente no parieron-, densa neblina y un desayuno silencioso, porque todos pensábamos en que era el último día de aventura, de confraternización, de esfuerzo común, de superación de dificultades, de intensa convivencia de quince amigos: Paco, los dos Antonios, Chalo, Luis, Santi, José Manuel, los tres hermanos Domínguez, Ives, Ignacio, Arturo, Juan y este cronista del Camino Inglés que ha pretendido cada día trasladarles las vivencias de la aventura.

El recorrido entre Barizo y Coruña discurre por caminos siempre próximos al mar, sin perderlo de vista, que nos permiten admirar la playa de Balarés, de arena blanca y finísima que contrasta con el azul turquesa de sus limpias aguas. Más adelante, la vista descansa sobre las dunas de Razo y Baldaio, con su rica y abundante fauna, sin que nada ni nadie perturbe la paz y el silencio de esta mañana de domingo.

Las aguas de Barrañán están pobladas de numerosos y madrugadores surfistas, en espera de la ola deseada que les traslade hasta el arenal, mientras van dibujando con la fuerza de sus piernas y su tabla, líneas increíbles en un difícil equilibrio.

La etapa y la aventura finalizan con un almuerzo de despedida, en el que están presentes el cansancio –ninguno de los bicigrinos es adolescente-, las bromas, los comentarios sobre lo que más ha entusiasmado a cada uno, las entrañables despedidas a las que se une el propósito de repetir la experiencia; naturalmente, cada uno conserva para sí sus sentimientos más íntimos de estos días, en función de la motivación personal.

Por mi parte les expreso mi agradecimiento por la oportunidad de haber podido convivir, una vez más, con gente joven, de profesiones e inquietudes muy diferentes entre sí.

He pretendido trasladarles, queridos lectores, mi entusiasmo por El Camino Inglés y mi admiración a esta tierra, que nos adoptó a mi familia y a mí hace ya 50 años, por la belleza de su costa atlántica.

Gracias, amigos bicigrinos y lectores que me han seguido durante estos días. @mundiario

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Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.
Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.