Algunos políticos tienen una memoria frágil -sobre todo cuando les conviene- o, tal vez, su vida está basada en la permanente contradicción. Susana Díaz, hace más o menos un año, cuando Podemos y otros grupos políticos convocaron una manifestación para rodear el Congreso de los Diputados, se expresó claramente en contra de esa acción porque suponía un intento de coacción a los diputados.

Sin embargo, el día 15 de enero, cuando en el Palacio de San Telmo de Sevilla se desarrollaba la sesión de investidura del candidato a presidente de la Junta de Andalucía, no tuvo empacho en patrocinar el viaje en autobús de cuanta feminista andaluza quiso acudir a Sevilla para manifestarse en contra de Vox y sus propuestas sobre la violencia de género y la igualdad.

Me he tomado la molestia de recopilar el contenido de algunas de las pancartas exhibidas y las repito haciendo un esfuerzo, dada su chabacanería: “ito, ito, ito, mi niña tiene pito”; “oño, oño, oño, mi niño tiene coño”; “mi vida, mi cuerpo, mi forma de follar, no se arrodillan ante el sistema patriarcal”; “os han engañado que la virgen ha follado”; “todas las feministas tenemos un deseo, luchar contra el machismo con mucho meneo”; “ni se te agranda por putearme, ni se te achica por respetarme”; “no salí de tu costilla, tú saliste de mi vagina”.

Me pregunto, y les pregunto: ¿esto es feminismo?, ¿es esta la forma de defender la igualdad entre el hombre y la mujer?

Me parece una broma y una ofensa a la inteligencia de quienes pensamos -supongo que la mayoría- que, según la Constitución, todos los españoles, hombres y mujeres, somos iguales ante la ley. Lo que implica igualdad de trato en el trabajo, en política, en la aplicación de la justicia y en el acceso a toda clase de cargos, por poner sólo algunos ejemplos: esto sí es feminismo, poner al hombre y a la mujer en la misma posición, dados méritos iguales, y no por cuotas impuestas.

Parecería más oportuno que los lemas de esas manifestaciones llamadas feministas propusieran medidas prácticas para convertir en realidad el principio de igualdad y para mejorar la educación desde la infancia en aspectos como el respeto y la tolerancia entre todos los españoles.

¿Habrá alguien que vea con regodeo hechos tan execrables como los asesinatos de los que con tanta frecuencia informan los medios de comunicación? Quienes así actúan lo hacen porque se conducen en función de sus instintos más primitivos y salvajes y deben recibir el castigo previsto en las leyes; y si las existentes no son adecuadas, modifíquense. Pero se produce la incongruencia de exasperarse ante tan malvadas acciones y pretender la derogación de la pena de prisión permanente revisable.

Feminismo e igualdad sí, pero miren su significado en el diccionario. @mundiario

Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.
Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.