La ministra portavoz, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del 12 de septiembre, descalificó, y hasta insultó, a José María Aznar, al calificarle de “golpista” por incitar a la “rebelión” y al “alzamiento”.
Usted actuaba como portavoz del Gobierno y no en un mitin, error en que incurre con frecuencia.
Aznar invitó a los españoles -no usó ninguna de las palabras mencionadas por la ministra- a expresar libremente su rechazo a una posible ley de amnistía -perdón, reconciliación, absolución, gracia, remisión o cualquier otro eufemismo que se utilizare.
Sin ir más lejos, el lunes día 11 de septiembre, los catalanes independentistas celebraron la Diada y pidieron la amnistía, el ejercicio del derecho a decidir y la condonación de la deuda de Cataluña con el Estado, como exigencias principales.
Habría que añadir las pancartas con insultos a España (“puta España”), petición de declaración unilateral de independencia, quema de imágenes de políticos, …
Esto, según el señor Patxi Vázquez, no es “enfrentamiento civil”, pero la convocatoria de una manifestación cívica contra la amnistía, sí lo es.
El domingo día 10 hubo también comparecencias cívicas, espontáneas ante numerosos ayuntamientos de toda España, para rechazar la amnistía. En la que yo participé hubo orden, serenidad y nadie nos incitó a la rebelión.
El clamor contra la amnistía se va extendiendo y así lo expresan afiliados al PSOE -Guerra, González, Ibarra, Page, Almunia, Solana, Jáuregui, Almunia, Sevilla…-, catedráticos y gente sencilla con sentido común y una idea clara de la igualdad.
La palabra amnistía no aparecía en el programa electoral del PSOE: ¿por qué la plantea dos meses después? Más aún; en una entrevista de Ferreras en La Sexta -20 de julio-, Sánchez afirmó: “eº1l independentismo pedía la amnistía, pide un referéndum de autodeterminación…No han tenido amnistía. No hay un referéndum de autodeterminación ni lo habrá.”
El programa electoral del PSOE (pág. 222) para las elecciones del 23J, dice: “La derecha y la extrema derecha quieren hacernos olvidar que han sido gobiernos socialistas los que han logrado poner fin a los grandes desafíos independentistas”.
Aparente, obviamente, pacificación, tras conceder los indultos, suprimir el delito de sedición y modificar a la medida el de malversación, porque ahora exigen la amnistía como requisito previo para negociar, mientras insisten en el ejercicio del derecho a decidir y otras prebendas.
¿Así colabora el PSOE en el fortalecimiento de “la unidad y la cohesión territorial en España (pág. 223 del programa electoral)?”
Los programas electorales pueden dejar las vergüenzas al descubierto: “Se ha incrementado y consolidado la colaboración entre el Estado y las Comunidades Autónomas, siendo el período de menor conflictividad de nuestra andadura constitucional (pág. 223 del programa electoral)”, según su opinión. ¿Por qué?: porque han ido claudicando ante cada exigencia independentista.
Da la impresión de que el señor Sánchez intenta virar, ante el clamor de los españoles; clamor no es ni golpismo, ni rebelión, ni alzamiento, ni enfrentamiento. Es, sencillamente, una opinión, muy extendida y libremente expresada, … pero contraria a la suya.
¿Por qué no se abstiene su partido en la investidura del señor Feijóo? El señor Vázquez -reputado ex socialista-, sorprendentemente, sugiere al señor Feijóo que se abstenga en la previsible investidura posterior de Sánchez, para que no pacte con los nacionalistas.
Domine su soberbia y piense en España, en los españoles y en el Rey, al que pondrá en un brete, pues Felipe VI tendría que admitir, si sancionara la ley, que atentar contra la unidad y permanencia de España, que él encarna, no es delito.
Y después, señor Sánchez: ¿Qué? @mundiario
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