Escribo estas líneas desde el respeto a cualquier opinión diferente a la que expreso y con una resignación nacida del convencimiento de que la sociedad actual camina mayoritariamente por otros senderos.

Los españoles somos proclives a imitar modas, costumbres y comportamientos procedentes de sociedades muy diferentes a la nuestra. Esta actitud de emulación también está presente, desde hace años, en la conmemoración de la Navidad. Lo que supone olvidar unas tradiciones cristianas y muy españolas, de las que dan fe nuestras bellas artes.

¿Cuántos años hace que el Árbol de Navidad se convirtió en el símbolo de la Navidad? Con él vinieron los afables y orondos Papá Noel, Santa Klaus o San Nicolás, con su saco de regalos, viajando sobre paisajes nevados en un trineo arrastrado por hermosos renos. No digo que nos hemos olvidado de nuestros queridos Reyes Magos, pero sí reconocerán conmigo que han perdido un importante protagonismo entre chicos y mayores.

Calles y plazas acogían a coros infantiles y de adultos que nos deleitaban con los villancicos nacidos del pueblo, transmitidos de generación en generación hasta nuestros días. Las emisoras de radio, televisión y equipos de sonido de establecimientos comerciales, nos recordaban la niñez, al tiempo que instruían a nuestros hijos y nietos en la música popular navideña.

Los adornos exteriores, cada día más llamativos y luminosos, inundan ciudades y pueblos. ¿Podrías, lector, hacer memoria acerca de cuántos están relacionadas con la Navidad?

¡El Belén, el Nacimiento!, tan presente en la mente de quienes fuimos niños. La fiesta empezaba llevando a casa corcho, cortezas y musgo, hoy tarea imposible, duramente castigada; desembalado de las figuritas de barro, con sumo cuidado para no romperlas; diseño de un Belén, con innovaciones cada año: más montañas o desierto, un río con agua de verdad, un campo cultivado, que no falte el molino… y el portal con el “misterio”, en el centro; ¡no olvidarse de los Reyes Magos!, cada día avanzando hacia el Portal de Belén; y, cómo no, Herodes también forma parte del relato.

Hoy son muchos los “belenes” plagados de anacronismos en aras del espectáculo, con personajes famosos camuflados de pastores, herreros, agricultores, pajes… escenografía que no se compadece con la humildad y sencillez del nacimiento de Jesús.

Pasado el día de Reyes, tras disfrutar de los regalos depositados por sus majestades en los zapatos, tocaba recoger y hacer autocrítica de lo que podrá mejorarse, pensando ya en el año siguiente.

¡Los Reyes Magos siguen siendo fieles a su misión, a pesar de quien los utiliza de forma torticera en algunas cabalgatas, mediante la ideología de género, la del feminismo y un vestuario impropio!

Merry Christmas, Felices Fiestas, Felices Navidades, han sustituido a la expresión tradicional y auténtica: Feliz Navidad, que significa congratularse por la conmemoración de la Natividad, o nacimiento, de Jesús.

Reitero lo dicho al principio: cada uno vivirá los días que se aproximan, conforme a sus creencias y preferencias, una fiesta basada en un hecho histórico de trascendencia espiritual para un gran número de seres humanos repartidos por todo el mundo, que se sigue conmemorando XX siglos después. @mundiario

No digamos Navidades,

solamente Navidad.

Tampoco Felices Fiestas:

será siempre Navidad.

No copiemos Merry Christmas,

lo nuestro es La Navidad.

Cuando vino Dios al mundo

se llamó Natividad.

Paz y Bien en el mundo,

sobre todo, en ¡Navidad!
Link al artículo →

Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.
Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.