Libertad de expresión.

6 noviembre 2024

Mundiario

El artículo 20.1 de la Constitución reconoce y protege el derecho “A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones, mediante la palabra, el escrito o cualquier medio de reproducción”. Obviamente, ese derecho debe ejercerse dentro del marco legal vigente.

Cuando se ejerce el derecho de libertad de expresión, el opinante puede imponerse una “condición”, la prudencia, que, sin ser auto censura, contemple la forma, la oportunidad, el rigor, las posibles consecuencias… de lo que expresa.

En el primer supuesto contemplado, el opinante quedaría expuesto a las consecuencias legales derivadas de contravenir una norma concreta. En el segundo supuesto, la penalización podría consistir en la reprobación social de quienes no compartan lo expresado.

En las redes sociales, con demasiada frecuencia se incurre en uno y otro supuesto; hecho especialmente grave cuando se utiliza una identidad falsa, con el objetivo de pretender la impunidad por los daños causados.

Con demasiada frecuencia actúan amparados en una falsa identidad y en la dificultad para perseguir estos delitos -coste, duración, localización-, con el objetivo de difamar, crear confusión o alarma social, verter su odio hacia ideas o personas, etc. Obviamente, además de la posible condena social, podrían enfrentarse a demandas legales, aunque la identificación del malvado es compleja, tiene un alto coste y se prolonga en el tiempo.

Otro comportamiento, también frecuente y realmente grave, al que quiero referirme, es el de quienes usan su identidad real, pero lo hacen de forma frívola, irreflexiva y negligente. Quienes actúan así, se convierten en altavoces irresponsables y gratuitos de los malvados que crean mentiras.

Tal vez, este comportamiento colaboracionista con la perversidad más sibilina, encuentre explicación en el hecho de que, quienes “comparten” sin analizar ni contrastar lo que reciben, desearían que esos hechos falsos, tendenciosos, inconcretos, fueran reales, objetivos, exactos.

……………..

Algunos sucesos recientes encajan en uno u otro de los casos contemplados anteriormente.

La catástrofe provocada por la dana de la pasada semana, ha desencadenado otra dana antisocial e inhumana en las redes sociales, creadora de mayor alarma social, miedo, confusión, decisiones inadecuadas, rabia desbordada, desprestigio de personas e instituciones, violencia como la contemplada el pasado domingo…

Los desalmados han utilizado, una vez más, el refrán “a río revuelto ganancia de pescadores” y el dicho “cuanto peor, mejor”. Será difícil localizarlos para aplicar la ley, porque juegan con la ventaja de la deslocalización.

Otro hecho reciente, también ha contribuido a crear una oleada de opiniones encontradas: el caso Errejón. Primero surgen en las redes sociales denuncias inconcretas – “un político que vive en Madrid…” o “políticos de varios partidos…”-; después, la denunciante de acoso sexual lo hace en las redes sociales antes de acudir a la comisaría de policía; finalmente, las reacciones de los usuarios de las redes fueron una avalancha de opiniones encontradas.

Unos tiraron la piedra y escondieron la mano; la afectada, en uso de su libertad de expresión, ¡cómo no!, tenía derecho a contarlo en las redes sociales y lo hizo; ahora bien, ¿era oportuno, prudente, aconsejable hablar públicamente antes de hacerlo ante la policía?

Antes de expresarse, habría que pensar que la libertad y la responsabilidad son inseparables. Resolver el conflicto entre libertad y responsabilidad limitando el uso de las redes sociales, es una utopía; por otra parte, la persecución de los delitos que se cometen a través de ellas exige tiempo, dinero, medios técnicos y personales y una colaboración generalizada en todo el mundo.

Este es el mundo que estamos creando y en el que vivimos. @mundiario
Link al artículo →

Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.

Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.

Alfonso García

Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.

Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.

1 Comentario

  1. Elisa G.J

    Siempre un gusto leerte! Y reflexionar.

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Responsable del tratamiento: Museo Financiero SL
  • Finalidad: Atender y contestar su consulta
  • Legitimación: Consentimiento expreso del interesado
  • Destinatarios: No se ceden datos a terceros
  • Derechos: Puede ejercer sus derechos de acceso, rectificación o supresión, así como otros detallamos en la información adicional sobre Protección de Datos
  • Información adicional: para más información visita nuestra nuestra política de privacidad.

POLÍTICA DE COOKIES

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega por el sitio web. Fuera de estas cookies, las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las funcionalidades básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.

Cookies estrictamente necesarias

Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.

Google Analytics

Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.

Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.