Permítanme que, ante unas nuevas elecciones, hable en voz alta para reflexionar sobre la consciencia del voto. La democracia en libertad, manida expresión usada como muletilla por los políticos, debe ejercerse con responsabilidad y bajo unos principios básicos, que no siempre están presentes.

El más importante sería el voto con conocimiento; es decir, basado en una información objetiva, veraz y clara, que facilite al elector la adopción de decisiones con criterio firme. La información es especialmente importante en estos momentos, por la variada oferta política.

Para que el análisis de las propuestas sea útil, tendremos que discernir entre verdad y mentira, y descubrir ésta cuando aparece trufada de eufemismos, cifras y verdades a medias. Íntimamente relacionado con lo dicho está percibir lo que puede prometerse y cumplirse y lo que son meros adornos o utopías, por no decir engaños.

Comprobar el grado de cumplimiento de lo prometido en otro momento y su grado de realización, resultará fundamental para exigir responsabilidades retirando nuestra confianza al candidato que prometió y no cumplió.

Dada la inevitable limitación de recursos, será necesario jerarquizar nuestras prioridades en relación con los objetivos propuestos por las diferentes opciones, y servirnos del sabio refrán lo mejor es enemigo de lo bueno.

No es menos importante mirar hacia atrás para comprender lo que sucedió y por qué, así como a nuestro entorno internacional para conocer el comportamiento de los demás ante situaciones semejantes.

Deberíamos desconfiar, por principio, entre quienes preconizan generalizadamente la muleta de las subvenciones y ayudas, y dirigir nuestra decisión hacia quienes fomentan valores como esfuerzo, iniciativa, competitividad, responsabilidad y excelencia en el trabajo, cualquiera que sea éste. Porque el subsidio compra voluntades, adormece conciencias y embota la capacidad de decidir líbremente.

Para que el voto del ciudadano sea un voto racional y consciente, exijamos una formación integral y eficaz para jóvenes y niños, orientada a la consecución de la libertad por la vía del análisis. Una libertad que nos permita elegir con conocimiento entre las diferentes alternativas que la vida plantea, ya sea sobre personas, hechos, consumo, información, opciones políticas o elección de un libro.

La democracia en libertad sólo es posible, si la elección se realiza guiada por el conocimiento. @mundiario

Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.
Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.