En verano suelen abundar las desgracias: el 60 % de las víctimas de violencia familiar se producen en verano y aumentan otros delitos con violencia. ¿Por qué?

Dicen que existen vientos que afectan a la mente humana y provocan cambios de comportamiento, ansiedad, migrañas, irritabilidad, depresión… Entre ellos, el viento solano, cálido y sofocante, propio del Mediterráneo, que algunos califican como viento de locura.

¿Puede haber influido en la demente celebración de las fiestas patronales de Granollers?

Las pandillas de jóvenes y menos jóvenes se unen en dos grupos: blancos y azules, que se retan y compiten por tener un mayor protagonismo en las fiestas. Los azules se definen como una “asociación cultural catalana” que participa en las fiestas de forma lúdica y satírica.

Este año han pretendido expresar su queja contra la “represión y censura a que está sometida la cultura de los catalanes”, y hacen uso de la “alta salud democrática que caracteriza a Granollers”.

Una de las actividades consistía en unas prácticas de “Técnicas Aplicadas de Guerrilla Urbana. Introducción a las principales herramientas técnico-tácticas para una estrategia subversiva”.

Pudimos ver imágenes de simulación de producción de cócteles molotov y su lanzamiento contra un muñeco vestido de policía, así como a niños preparando barricadas con contenedores de basura. El eslogan “Haz que arda tu rabia”, estimulaba a los lanzadores.

Sin duda, los blaus defienden San Jordi, la sardana, los castellers, el uso del catalán, las calsotadas, la castanyada, pan amb tumaca, los correfocs, las aventuras de Serrallonga y la peculiar forma oficial de entender la guerra de sucesión. Pero ¿están también interesados en conocer y divulgar la literatura, arquitectura, pintura, escultura, música, danza… catalanas?

Por cierto, hace unos años leí en un libro de texto catalán de la antigua EGB, que Serrallonga fue un “héroe del pueblo catalán oprimido por los virreyes castellanos en el siglo XVII”. La realidad es que fue un bandolero del siglo XVII, saqueador de masías, que terminó ahorcado públicamente en Barcelona.

En cuanto a la guerra de sucesión al trono de España, la historia nos ha enseñado que, tras la muerte sin descendencia de Carlos II, se desencadenó un conflicto entre los partidarios de la Casas de Austria y de Borbón, resuelto a favor de estos. En Cataluña, que apostó por los Habsburgo, se mantuvo el conflicto hasta el año 1717.

La historia nos dice que el reino de Cataluña nunca existió, sino que Cataluña fue parte de la Corona de Aragón. También en los libros de la antigua EGB que estudiaron muchos de los dirigentes catalanes actuales, les “aprendieron” a inventar el Reino de Cataluña y Aragón: así aparecía.

Me he ido por los cerros de Úbeda. Retornemos a los blaus. Estos dicen que ha habido “una mala interpretación de la gente”; la alcaldesa, del PSC, que se trata de un acto lúdico sin propósito de ofensa ni de fomento de la violencia -en los presupuestos municipales de este año, los blaus disfrutan de una subvención de 18.000 euros. Unos granollerinos dicen que esto es alegría, humor y diversión; otros están escandalizados con esta forma de defender la cultura catalana.

Falsedad el Serrallonga héroe; apuesta perdida la opción que los catalanes defendieron en la guerra de sucesión; desprecio a la cultura catalana, que dicen defender, e incitación a la violencia creando cachorros de los Comités de Defensa de la República Catalana. @mundiario
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Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.
Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.