La difusión de mentiras y bulos siempre es reprobable, se dirijan contra amigo o enemigo, correligionario o adversario, cualquiera que fuera la intencionalidad. Una maldad propia de malvados.

Ahora bien, habrá que analizar si realmente existe mentira, falsedad o calumnia en aquello que se difunde; y recordar que ni la crítica ni la discrepancia son insultos.

Quien, en primer lugar, tiene derecho a defenderse, es el supuestamente injuriado o calumniado, mediante la réplica en los mismos medios que se hicieron eco de la supuesta ofensa, para aclarar o negar el hecho atribuido.

Si el procedimiento no produce el efecto pretendido, queda la opción, más clara y expeditiva, de presentar una demanda judicial por injurias, protección del honor o calumnias contra quienes “crearon” la supuesta falsedad y contra los medios de comunicación, tertulianos, periodistas o malvados que colaboraron en su difusión.

Habría una tercera vía, la que generalmente se utiliza, consistente en reprochar a “otros” supuestos similares, falsos o verdaderos, mediante la política de aventarlos, expandirlos, o utilizarlos como recriminación o reproche, con olvido de la viga, o la paja, en el ojo propio. Para simplificar: uso del ventilador y del triste consuelo “y tú más”.

INVESTIGACIÓN EN CURSO
El victimismo, el insulto, las adhesiones inquebrantables e irreflexivas y la negativa recalcitrante a responder, sólo sirven para alimentar dudas y sospechas. Al tiempo que provocan la reacción lógica y racional —ni fascista ni propia de una jauría— de quien quiere conocer la verdad, cualquiera que fueren las consecuencias, y presenta una demanda legítima en un juzgado.

Recordamos que un buen número de casos de corrupción y escándalos diversos nacieron con meros indicios, fotos poco claras, fotocopias, indiscreciones sin papeles, documentos manipulados, filtraciones interesadas, divulgadas en los medios de comunicación.

Y aquí aparece Manos Limpias, entre otras organizaciones interesadas en aclarar el asunto, en unos casos, y en otros en crear escándalo.

Manos Limpias ha implicado en sus denuncias a personas de diversas procedencias en casos como Bankia, ERE, Gurthel, Diputación de Orense, declaración de independencia de Cataluña, corrupción en la RFEF, NOS, a Rita Barberá, Francisco Camps, Baltasar Garzón, Zapatero…

En unos casos hubo condenas de cárcel o inhabilitación —Rato, Blesa, José Luis Baltar, Correa, Crespo, Sepúlveda, Bárcenas y esposa, Costa, Urdangarín, Camps, Griñán y Chaves, entre otros, en el caso ERE— y otros, se sobreseyeron.

SIN EXPLICACIONES
Se pasa fácilmente del regodeo, cuando se actúa contra el adversario, a la descalificación y el exabrupto cuando el dedo índice o las sentencias señalan o condenan a los propios.

El señor Sánchez se ha negado a aclarar en Las Cortes su insólita y personalísima decisión sobre el Sáhara y sus peculiares relaciones con Marruecos y el caso de los teléfonos robados o hackeados.

Lo mismo sucede con la actividad “docente” y empresarial de su esposa. ¿No merecemos una explicación, o una negativa rotunda, que corten la espiral de elucubraciones sobre la actividad de la señora Sánchez, el origen, colaboradores y las posibles consecuencias para España?

Dos organizaciones han presentado sendas demandas en un Juzgado de Instrucción, y el juez, tras su análisis, decidirá si continúa el procedimiento o no. La Fiscalía fue más rápida y al día siguiente decidió que no procedía.

Lo de jauría del señor Bolaños es impropio, lo mismo que las expresiones soeces del señor Puente: debería dejarlo en derecho a saber, reclamado reiteradamente y sin respuestas. @mundiario
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Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.
Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.