Quienes las usan con frecuencia, lo hacen con naturalidad, como dando por hecho que todo el mundo tiene que saber, por obligación, su significado.

Si recordar su significado resulta difícil por el ilimitado número de ellas, la cosa se complica cuando se usan las letras iniciales de su equivalente en otro idioma, generalmente, el inglés. Por ejemplo, OTAN-NATO, IVA-VAT.

Quiero suponer que la auténtica explicación de su generalizado uso es la economía lingüística y de espacio. Es cierto que un gran número de ellas llevan tantos años utilizándose que se han convertido en verdaderos conceptos, por ejemplo TALGO, siglas de “tren articulado ligero Goicoechea Oriol”.

En consecuencia, propongo-sugiero a quien corresponda, la creación de un diccionario de siglas para uso de quienes guardamos nuestra memoria para otras cosas, ante la imposibilidad de conseguir satisfacción para el ruego de su supresión. @mundiario

Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.
Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.