Quienes las usan con frecuencia, lo hacen con naturalidad, como dando por hecho que todo el mundo tiene que saber, por obligación, su significado.
Si recordar su significado resulta difícil por el ilimitado número de ellas, la cosa se complica cuando se usan las letras iniciales de su equivalente en otro idioma, generalmente, el inglés. Por ejemplo, OTAN-NATO, IVA-VAT.
Quiero suponer que la auténtica explicación de su generalizado uso es la economía lingüística y de espacio. Es cierto que un gran número de ellas llevan tantos años utilizándose que se han convertido en verdaderos conceptos, por ejemplo TALGO, siglas de “tren articulado ligero Goicoechea Oriol”.
En consecuencia, propongo-sugiero a quien corresponda, la creación de un diccionario de siglas para uso de quienes guardamos nuestra memoria para otras cosas, ante la imposibilidad de conseguir satisfacción para el ruego de su supresión. @mundiario