No me gusta que me etiqueten, por eso empiezo aclarando que no pertenezco a Hazte oír, ni a Abogados Cristianos, ni a ninguna organización ultra o no ultra; tampoco soy un meapilas. Eso sí, tengo convicciones arraigadas y procuro respetar las de los demás.

He sentido heridos mis sentimientos de cristiano católico, con la befa protagonizada el día 31 de diciembre por dos paniaguados de TVE1, cuyos nombres me resisto a pronunciar.

En España, ofender las creencias religiosas de los cristianos sale gratis, a pesar de que el artículo 525 del Código Penal establece castigos para quienes “…ofendan los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa o se burlen públicamente de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias. También se aplica a aquellos que se burlen públicamente de aquellos que no profesan ninguna religión o creencia.”

El ministro Bolaños considera que la bronca organizada por la derecha con este motivo, es un intento de amedrentar. Y, con su lógica maquiavélica y considerando que si la norma no se aplica, lo mejor es prescindir de ella, dice: “Impulsaremos la reforma del delito de ofensas religiosas, en aras de la libertad de expresión y de creación”.

De esta forma, cada quien podrá decir lo que le pete, aunque hiera los sentimientos religiosos de los demás -sólo de algunos, porque con otros no valen ni la sátira ni el humor.
Y añade el superministro que “la sátira y el humor son parte de una sociedad libre y democrática”.

La mofa ha sido aplaudida en las redes sociales por el presidente de RTVE, que se manifestaba “Feliz de trabajar con gente que arriesga”. Los ofensores no arriesgan nada ultrajando a los cristianos, porque éstos nunca responderán con la violencia propia de la Ley del Talión.

Un periodista, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, ha sacado a relucir la pederastia de los curas. Ellos saben que la Iglesia Católica ha pedido perdón en más de una ocasión, ha tratado de reparar los daños ocasionados y ha procedido contra quienes han incurrido en tan reprobables hechos, rechazados por toda persona de bien, independientemente de sus creencias o ideas.

El lamentable escarnio de la noche de fin de año se inscribe en la feroz competencia de las cadenas de televisión para captar audiencia, a cualquier precio.

En el caso de RTVE el asunto es especialmente grave, porque lo hace con dinero público puesto al servicio de los intereses políticos de turno, además de inundarnos de publicidad.

Las agencias de publicidad y las empresas anunciadas en ese programa de TVE1 son también responsables indirectas del contenido, pues admiten que se las vincule comercialmente con un programa vulgar, soez, y ofensivo para un gran número de españoles, en busca de la máxima audiencia para sus anuncios.

Mi voz carece de eco, pero me resisto a mantener silencio: cada uno ve lo que quiere y compra lo que quiere. Boicot a los anunciantes y al programa diario de “sátira y humor” de TVE1, al que todavía le queda año y medio de contrato. Humor y sátira sí, mal gusto, procacidad y menosprecio a ideas o personas, no. @mundiario

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Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.
Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.