Bulos, opinión e indicios.

27 julio 2024

Mundiario

Los bulos ―mentira, engaño, embuste, patraña, infundio―, suelen difundirse por las redes sociales, en muchas ocasiones bajo el amparo del anonimato.

Quienes los crean, lo hacen con el propósito de causar daño a alguien, y se difunden con la colaboración espontánea, negligente e irresponsable de colaboradores imprescindibles que desearían que fuera verdad lo que le cuentan, porque participan de la misma inquina contra la persona o la institución denigrada.

Cuando dañan el honor de las personas o la imagen de instituciones, deberían ser denunciados si el perjudicado considera que puede haber delito. No hacerlo podría interpretarse como quien calla otorga, aunque hay que admitir que la dificultad para conocer al creador de la maldad, dada la complejidad de las redes sociales, podría disuadir al ofendido de presentar demanda judicial.

La opinión, ya sea expresada en tertulias o medios de comunicación, es manifestación de la libertad de expresión amparada por la Constitución. Gustará o no al criticado, pero de ahí a pretender coartar o prohibir hay una gran diferencia.

Los límites de la opinión deberían ser la prudencia, el respeto y el buen gusto de los opinadores; naturalmente, si la opinión se trufa de un bulo, aquella quedaría desvirtuada y podría permitir al agraviado entablar una acción judicial.

Además de bulos y opinión, hay otro concepto estrechamente relacionado con ellos, los indicios: “Cosa que permite conocer o inferir la existencia de otra no percibida.”

Los indicios, difundidos a través de redes sociales, medios de comunicación, conversaciones privadas y tertulias, pueden basarse en meros rumores, copias de documentos originales ―hay que admitir que, en ocasiones, son manipulaciones―, trabajos periodísticos de investigación, filtraciones, que pueden ser anticipos de una verdad.

Un repaso de resoluciones judiciales sobre temas polémicos, ponen de manifiesto que lo que fue indicio ―en muchas ocasiones, basado en investigaciones periodísticas serias― acabó convertido en verdad judicial.

Pretender desautorizar con descalificaciones y sin explicaciones a quienes utilizan y difunden los indicios, resulta poco serio y, al mismo tiempo, poco eficaz. Quien cree que su honor resulta mancillado debería ejercer acciones judiciales enérgicas contra quienes los difunden.

Si no se dan explicaciones ni se recurre a los tribunales contra los que propagan “el fango”, tampoco puede descalificarse al juez que admite una demanda basada en los indicios que se aportan.

El juez Peinado consideró que los indicios podían inducir a la presunción de existencia de delito, sin que ello deba confundirse con convicción de culpabilidad sobre la persona de Begoña Gómez, y admitió las demandas.

Ahora practica las diligencias necesarias para determinar la procedencia o improcedencia de la demanda presentada. Para ello solicita pruebas, convoca a la imputada y a su esposo para que se expliquen y a testigos.

Y lo hace en un ambiente de presión sobre su persona, con falsedades, poniendo en duda su independencia, envío de cartas anónimas, insultos en las redes sociales…

El coro de ministros y cargos del PSOE, siguiendo un guion idéntico, defienden públicamente a la esposa del presidente y denigran al juez Peinado y a la justicia en general.

Más aún, el propio Sánchez, después de decir muy digno en el Congreso de los Diputados tras los cinco días de reflexión “A pesar de todo creo en la justicia de mi país”, ha liderado los ataques al juez instructor.

Explíquense y terminen con esta situación o demanden a quien proceda, por injurias o delito contra el honor.@mundiario
Link al artículo →

Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.

Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.

Alfonso García

Alfonso García

Dedico mi tiempo libre a escribir artículos de opinión en El Correo Gallego y en Mundiario.com, y monografías sobre temas diversos. Actualmente corrijo y amplío mi último libro, “Algunos abuelos de la democracia (Iglesias, Zapatero, Rajoy, Sánchez, Rivera)”, con semblanzas de “otros abuelos” de políticos de hoy, como los de Aznar, Casado, Maíllo y Lastra, entre otros. También actualizo museofinanciero.com, un museo virtual de documentos antiguos relacionados con el sistema financiero español y el ferrocarril. Gracias por tu visita.

Alfonso García López (Madrid, 1942), jubilado como notario y escritor.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Responsable del tratamiento: Museo Financiero SL
  • Finalidad: Atender y contestar su consulta
  • Legitimación: Consentimiento expreso del interesado
  • Destinatarios: No se ceden datos a terceros
  • Derechos: Puede ejercer sus derechos de acceso, rectificación o supresión, así como otros detallamos en la información adicional sobre Protección de Datos
  • Información adicional: para más información visita nuestra nuestra política de privacidad.

POLÍTICA DE COOKIES

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega por el sitio web. Fuera de estas cookies, las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las funcionalidades básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.

Cookies estrictamente necesarias

Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.

Google Analytics

Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.

Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.