Francisco Cabarrús plantea a la Junta General la reorientación de las actividades de la compañía que, en resumen, consiste en integrar el comercio de España con América y Asia. La Cía. de Caracas atravesaba una difícil situación económica que había dado lugar a que los accionistas vendieran masivamente acciones. Cabarrús apela a la autoridad que le concede su larga experiencia en el mundo comercial y condición de representante del Banco Nacional de San Carlos y formula un planteamiento global de reconversión de la sociedad, con la colaboración de las Compañías de San Fernando y de La Habana, Banco Nacional de San Carlos, Compañía de los Cinco Gremios Mayores de Madrid y las ciudades de Cádiz y Sevilla, fundamentales en esa época en el comercio colonial.
El Banco Nacional de San Carlos tuvo muchas dificultades para colocar sus acciones, como consecuencia de la novedad que suponía la aparición de semejante institución, así como por la oposición de los banqueros particulares, que veían peligrar sus negocios. Con fecha 3 de febrero de 1783 se dictó una Real Cédula por la que se establecía que “…todos los caudales pertenecientes por cualquier título y deban imponerse a favor de Mayorazgos, Cofradías, Capellanías, Hospitales y Obras Pías, pueden emplearse en acciones del propio banco…”.