Lleva fecha de 28 de abril de 1785 y la dirige Cabarrús a Juan Drouvilhet, Conde Carrión de Calatrava, como réplica a la denuncia pública formulada por éste contra él. La carta tiene dieciocho páginas, escritas por anverso y reverso y es la versión de Cabarrús sobre los hechos denunciados. El 19 de febrero de ese año el Banco acuerda suspender la venta de sus acciones, pues ante la grande demanda existente en ese momento, se considera que podrían ser vendidas a un precio superior en los meses siguientes. Alguien conocedor del acuerdo que se iba a adoptar, difunde la noticia en círculos restringidos y se inicia un fuerte movimiento especulativo. El Conde dice que ha sido Cabarrús quien ha desvelado el acuerdo y éste afirma que fue el Conde, despechado por no habérsele admitido una petición de acciones cuando ya se había adoptado el acuerdo de suspensión. La carta está cargada de fina ironía, cultismos y delicados insultos a la persona del Conde.