Billete al portador de 4.000 reales, emitido en Madrid el 1 de febrero de 1835. Se trata de la segunda emisión de billetes autorizada. En el lateral derecho lleva la leyenda pena de muerte al falsificador. El recordatorio era necesario, pues el billete de 1.000 reales fue falsificado en París y el de 4.000 en Madrid. El texto presenta otra peculiaridad: pagará al portador entre las diez y la una de la mañana.