Las primeras solicitudes para la instalación de tranvías como vehículos medios de transporte urbano en Cataluña, Andalucía y Castilla, datan de 1854. En 1871 se convierte en realidad el servicio tranviario en Madrid y Barcelona, casi simultáneamente, con tracción animal. El título exhibido corresponde a una acción de la Sociedad Explotadora de Ferrocarriles y Tranvías de Pamplona, constituida en Bilbao el 24 de octubre de 1928 con un capital de 15 millones de pesetas. Existió otra compañía con idéntica denominación, cuyas líneas iban de San Sebastián a la frontera francesa y a Hernani.