La concesión de esta línea fue otorgada en 1861 a Sociedad General Catalana de Crédito y Sociedad Valenciana de Crédito y Fomento, de la que eran sus principales dirigentes los Srs. Alembrade y Campo. José Campo quedó como único propietario y el 5 de marzo de 1862 transfirió sus derechos a la empresa de la que se exhibe una acción. En 1862 se abrió el tramo Valencia-Castellón, en 1863 Castellón-Benicasim; hasta 1868 no hubo unión con Tarragona. En 1892 la Cía. de los Ferrocarriles del Norte de España la absorbió, mediante la entrega de obligaciones de ésta a los accionistas de la absorbida.