Obra publicada por la Compañía de Madrid a Zaragoza y Alicante, con motivo de la celebración del 11º Congreso Internacional de Ferrocarriles en Madrid. En esta curiosa obra se rememoran las vidas de hombres que, como el cúaquero judío Pease (promotor en 1818 e la línea Stockton-Darlington en Inglaterra), fueron los pioneros del ferrocarril en España. Entre ellos, José Díez Imbrechts (Cádiz, 1877), primer promotor del ferrocarril en España, con la línea de Jerez al Portal, para dar salida a las exportaciones de vinos, compañía de la que fue accionista Fernando VII; la concesión se otorgó en 1829. Marcelino Calero Portocarrero (Zafra, 1804) acometió un proyecto semejante al de Imbrechts, pero más amplio, la línea Jerez-Puerto de Santa María-Rota-Sanlúcar, que fue otorgada en el año 1830. José de Salamanca Mayol (Málaga, 1811). Polifacético y novelesco personaje. Cuando se instala en Madrid para ejercer como juez, entra en contacto con importantes personajes del mundo financiero, como Buchental y Heredia. Sus actividades especulativas en Bolsa le facilitan los recursos necesarios para acometer en 1844 la construcción del ferrocarril Madrid-Aranjuez. La obra finalizó en 1851. Otra línea en la que intervino fue la de Aranjuez-Almansa-Albacete. Manuel Gibert Sans (Barcelona, 1795), doctor en Derecho y Ciencias, militar, notario y magistrado. El año 1843 presentó la solicitud para la construcción del ferrocarril entre Barcelona y Mataró, que fue inaugurado en 1848, como el primer ferrocarril español. También acometió la de Mataró-Arenys de Mar, entre otras. Cabría también citar como pionero al Ministro de Fomento Francisco de Luxán, bajo cuyo mandato se promulgó la primera ley ferroviaria, en 1855; fue conocido con el remoquete del ministro del arete, por el arete de oro que siempre llevó en su oreja derecha.