La Habana fue la segunda ciudad de Latinoamérica en tener tranvías de tracción animal (febrero de 1859), después de la ciudad de México en enero de 1858.La sociedad de la que se habla ahora empezó como compañía constructora de coches en 1863, con el nombre de Empresa del Ferrocarril Urbano y Ómnibus de la Habana, para pasar posteriormente a dedicarse a la construcción de líneas y explotación de ellas.