Se constituye para construir y explotar la línea Plasencia-Astorga, concesión que le fue transferida por su inicial adjudicatario Ramón María Lobo, quien la obtuvo el 1 de junio de 1888. Las obras se inician pero la compañía no logra sacarlas adelante; ante las dificultades económicas de la concesionaria, ésta y la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Cáceres y Portugal se fusionan aportando sus respectivas concesiones y constituyen la Compañía de Explotación de los Ferrocarriles de Madrid a Cáceres y Portugal y del Oeste, fusión que se produce en Madrid el 10 de noviembre de 1894 con la colaboración de un sindicato de capitalistas franceses. En el momento de producirse la fusión, las dos empresas se encontraban en suspensión de pagos. La línea Plasencia-Astorga se terminaría en 1896. Pero el destino de estas concesiones parecía abocado al fracaso: el Estado acabó incautándose de la nueva compañía y creando la Compañía Nacional de Ferrocarriles del Oeste, que asumiría las concesiones de MCP y del Oeste y otras como: Salamanca-frontera portuguesa, Medina-Salamanca, Medina-Zamora, etc.