Se trata de una de las primeras líneas construidas en España. Sus antecedentes se remontan al año 1838, como proyecto para dar salida a través del puerto de Gijón al carbón de la zona de Langreo. Su impulsor fue el Marqués de las Marismas. La sociedad se constituye en 1847 y las obras se inician ese mismo año, para finalizar en 1856. Su recorrido era de 38,5 Km. Fue la única línea con un ancho de vía de 1,45 m. Años más tarde la concesión se completaría con los tramos Laviana-Sama, Sama-Samuño y Sotiello-El Musel.