Se constituye en 1900 con una importante participación de capital asturiano. Nace con la finalidad de facilitar la exportación de minerales de la zona de La Unión (Murcia) y del sudeste de Andalucía. Esta actividad le impulsaría en 1907 a la absorción del Banco de Andalucía. Con esta operación pretendía articular el desarrollo de las riquezas agrícola y mineral de la zona. Su vocación regionalista se evidencia en la red de 19 oficinas con que contaba en 1914, distribuidas por Levante y Andalucía. Con datos de 1913, relativos a depósitos a la vista, puede decirse que ocupaba un lugar intermedio en el ranking bancario español.