La propiedad de los valores mobiliarios se acreditaba mediante póliza emitida por Agente de Cambio y Bolsa o Corredor de Comercio Colegiado, en su condición de fedatarios públicos mercantiles. Póliza emitida en 1923. En este caso se trataba de póliza emitida por Banca Marsáns como miembro del Mercado Libre de Valores de Barcelona, pues las operaciones realizadas en este mercado no precisaban la intervención de esos fedatarios, que eran sustituidos por los bancos.