El documento que se exhibe corresponde a un contrato de cuentas en participación –hoy reliquia jurídica para la historia- suscrito entre la entidad financiera de Santiago Hijos de Olimpio Pérez y Andrés Díaz de Rábago, para explotar dos barcos pesqueros propiedad de este último, con base en la Puebla del Caramiñal. En el clausulado del contrato se decía expresamente que “… el nombre que únicamente ha de figuraren este negocio es el del Sr. Don Andrés Díaz de Rábago y él será solamente responsable ante terceros…” Díaz de Rábago tenía vínculos familiares con la familia de Olimpio Pérez.Una manifestación más de las iniciativas empresariales acometidas por la Banca Olimpio Pérez.