Sus orígenes se remontan a finales del siglo XVIII en la ciudad de La Coruña, con Juan Francisco Barrié d`Abadie, de nacionalidad francesa, como comerciante, banquero y negrero y con Dalmau Batista, catalán de Canet de Mar. El documento que se exhibe es una póliza de crédito en cuenta corriente, fechado en 1928. Este contrato bancario permite al acreditado ir disponiendo, según sus necesidades, de cantidades de dinero, sin superar el límite máximo de crédito concedido. Los intereses se devengan según las cantidades realmente dispuestas, y los días durante los que se dispuso de cada saldo. El documento está formalizado ante Corredor de Comercio Colegiado, fedatario público en el terreno mercantil, cuerpo que se fusionó con el de notarios el año 2000.