Cartas cruzadas entre el empresario Manuel Otero Bárcena, la casa de Banca Hijos de Olimpio Pérez, Hijos de Simeón García y el Banco de España, en la que se confirma la situación de quiebra en que se encuentra el Banco de Vigo a principios del año 1925. En esa correspondencia, Hijos de Simeón García manifiesta “… haber podido hacerme con una copia del balance de situación del Banco de Vigo presentado en el Juzgado…” Naturalmente, el interés de todos ellos estaba justificado por su condición de banqueros y empresarios que podrían verse afectados por la situación del Banco de Vigo, con el que mantenían relaciones de corresponsalía. Por otra parte, no puede olvidarse la existencia de vínculos familiares entre algunos de los socios de Hijos de Simeón García e Hijos de Olimpio Pérez